PRESENTACIÓN DE LA OBRA Álamos quemados, campana rota, de María Fe GARCÍA ROPERO. Casa de la Cultura “Maestra Josefa Canales” de Malpartida de Plasencia, 30 de diciembre de 2022.
Buenas
tardes. Nos convoca hoy en esta sala tan familiar un acto en el que se aúnan
dos conceptos de gran relevancia, como son la hermandad y la cultura. Así, en
primer lugar, participamos en un encuentro fraterno entre dos pueblos que
siempre estuvieron hermanados, a pesar de los kilómetros y las sierras que
median entre ellos: Serradilla y Malpartida de Plasencia. Una revitalización de
esos lazos entre gentes -serrellanos y chinatos- (o si se quiere “serrellanus”
y “chinatus”), que tenían como verdad irrefutable aquello de “los
serreillanus y los chinatus son tor´unos”. Todos, uno. Un buen lema para la
unión, la cercanía, la cordialidad, la participación en empresas comunes… Una
hermandad ya señalada y recogida en artículos del periódico El Cronista
(1916-1932) y en el libro Un año de vida serradillana, por Agustín
Sánchez Rodrigo (1870-1933). Relación fraternal entre ambas poblaciones que se
actualiza, una vez más, con la presencia de María Fe García Ropero entre
nosotros. Porque ella es hoy el eje de la conjunción entre hermandad y
cultura. Encuentro cultural es sin duda
la presentación de una obra impresa, un libro, una novela: Álamos quemados,
campana rota, cuya autora es ella, la cual ahora representa a su pueblo
junto al cronista chinato, quien, con la misma humildad como la de Mari Fe, da
voz a Malpartida; unidos, claro está, una y otro, a todos los asistentes, como
vecinos de ambos pueblos que son. Además, para mantener el entramado de hilos
de unión, la historia que nos trae María Fe García Ropero, una hazaña coral de
lucha por la libertad y la independencia, afecta a Serradilla, en su mayor parte,
y a Malpartida, en un episodio muy destacado.
escritos,
siempre variada, se ha centrado en la historia, las costumbres, las tradiciones
locales de Serradilla. En tales aficiones, Mari Fe se ha familiarizado con los archivos
como fuentes documentales, pero también ha fomentado los contactos con la memoria
oral. De esas fuentes han surgido artículos y entrevistas harto divulgativos
del vivir histórico e intrahistórico de Serradilla y sus gentes.
Antes
o después, quien así se entrega a la tarea del negro (la tinta) sobre el blanco
(el papel) da el paso para escribir libros, es decir, obras de mayor enjundia y
ambición que los artículos de periódicos y revistas. Hasta la fecha, ha
publicado dos: Origen, camino y sueños: Francisca (2017), sobre
Francisca de Oviedo y Palacios, quien según la tradición llevó a Serradilla la
venerada imagen del Cristo de la Victoria; y la segunda entrega: Álamos
quemados, campana rota (2022), objeto de esta presentación.
Hablaba
al principio de empresas comunes y corales. Una gesta heroica, colectiva, es lo
que nos ofrece el libro que hoy presentamos: el enfrentamiento, uno más de
aquella invasión, de un pueblo a los ejércitos napoleónicos en los años de 1808
y 1809: la participación popular en la Guerra de la Independencia. Se trata, pues, de una novela histórica,
ambientada en escenarios del Tiétar, Campo Arañuelo, Malpartida, Plasencia,
Serradilla…
Como
ya le comentaba a la escritora en nuestro breve contacto hace unos días, la
documentación de que se nutre la novela y está muy presente en ella es
apabullante, sobre todo la que procede de los archivos locales serradillanos
(municipal y parroquial) y, entre otros, del libro de nuestro ilustre paisano,
ya fallecido, Dionisio Clemente Fernández. De esas fuentes salen muchos de los
numerosos personajes que transitan, luchan, viven, sufren, aman, mueren… en la
historia que novela María Fe. Ella imbrica hechos y personajes históricos en
una ficción narrativa, su novela, cuyo desarrollo quizá quede un poco coartado
por el aporte documental, pero que atrapará a los lectores por el amplio y variado
contenido de la acción.
Como
también le apuntaba, el arranque del relato es muy atractivo, y se convierte en
un recurso de gran eficacia para atraerse (enganchar) al lector: la
presentación en los tres primeros capítulos de sendos personajes femeninos –
Inés, Valentina y Lola-, perfectamente caracterizados, cuyas vidas irán
encontrándose en una trepidante sucesión de hechos impactantes, lances, enfrentamientos bélicos, emboscadas
de guerrilla, en los que participan,
como actores principales, los serradillanos; pero en los que también tienen un
protagonismo relevante los chinatos y los vecinos de otras poblaciones
comarcanas, incluida la ciudad de Plasencia.
Y no puedo descubrir ni precisar más detalles acerca de Álamos quemados, campana rota, para no invadir el territorio que les corresponde a los lectores que se acerquen a ella. Además, María Fe García Ropero querrá comentarles también algunos aspectos de su creación. Por mi parte, a más de agradecerle la invitación a ser el padrino de esta su segunda criatura literaria, quiero reiterarle mi felicitación, y animarla a continuar escribiendo historias de nuestra tierra y nuestras gentes, y también a que vaya ampliando su territorio narrativo, a encontrar su propia voz y su propio estilo en la tarea de novelar sin necesidad de atarse muy explícitamente en lo literario a las fuentes documentales. Gracias, Mari Fe. Gracias a todos los presentes.
(Intervención del cronista en el acto reseñado)
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