miércoles, 14 de diciembre de 2022

Conferencia: UN EDIFICIO EMBLEMÁTICO: La iglesia Parroquial de San Juan Bautista de Malpartida de Plasencia.


 Como estaba anunciado en el cartel que encabeza la entrada, ayer, a las 19,30, este cronista impartió una charla-conferencia sobre la iglesia parroquial de Malpartida de Plasencia, invitado a ello por la Sociedad Extremeña de Arqueología y Patrimonio (SEdAP). En el recogido y bello marco de la Sala de Artesonado del Centro Cultural Las Claras de Plasencia, lleno en todo su aforo, expuse, con amplio apoyo gráfico de fotografías, las características arquitectónicas, históricas y artísticas de un monumento tan singular e impresionante como es la Iglesia de San Juan Bautista, desde 2018 Bien de Interés Cultural (BIC), así declarado por la Junta de Extremadura. Tras breves palabras de apertura y bienvenida a cargo de don Domingo Martín Castilla, secretario de la SEdAP,  fui presentado por  Rosario Serrano (Charo),  a quien me unen lazos de amistad y muchos años de actividades compartidas en la asociación Colectivo Cultural Chinato. Para ambos tuvo el cronista palabras de gratitud, así como para el público por su asistencia y atención. Desde estas páginas, agradezco  el trabajo de maquetación gráfica y apoyo técnico en la conferencia de Rosendo Martín Fernández, amigo y colega en las actividades culturales, cuya ayuda y colaboración son impagables y absolutamente necesarias. 



martes, 8 de noviembre de 2022

LUIS LANDERO, Premio Nacional de las Letras Españolas 2022

 Luis Landero fue galardonado ayer con el Premio Nacional de las Letras, y todos los medios difundían la noticia por la tarde, sobre todo en las ediciones digitales de los periódicos y en las cadenas de radio y televisión. Hoy ya llena páginas de la prensa escrita. Como hablantes de una lengua universal, en la que él escribe; como lectores de la literatura de cualquier procedencia; como extremeños y paisanos suyos, hemos de sentirnos honrados con este reconocimiento a una obra narrativa extraordinaria. Desde Juegos de la edad tardía, Luis Landero no ha dejado de entregar a los lectores obras que han colmado todas las expectativas, tanto por las ficciones que se cuentan como por la lisura de una lengua y un estilo de raigambre cervantinas. 

                                          

Felicitamos a LUIS LANDERO rememorando, con esta fotografía, el XII Encuentro de Clubes de Lectura de Extremadura (Plasencia, 23 de noviembre de 2019). En ella, junto al novelista, aparecen algunos componentes del club de lectura de la Biblioteca José Canelo de Malpartida de Plasencia (Cáceres).

miércoles, 26 de octubre de 2022

FALLO DEL PRIMER PREMIO DE POESÍA "WETONIA" DE MALPARTIDA DE PLASENCIA


El pueblo de Malpartida de Plasencia, patria chica de este cronista, vivió anoche uno de esos momentos que, por su importancia, se incorporan sin discusión a la historia local: el fallo y entrega del I Premio de Poesía Wetonia. La convocatoria del certamen se había abierto  a finales de enero de 2022, y el plazo de recepción de originales se cerró el 15 de junio. La culminación del proceso fue el acto público en la Casa de la Cultura Maestra Josefa Canales, con muy buena asistencia de público, en el que estaban presentes las autoridades locales, los miembros del jurado y el ganador del concurso. El señor alcalde  presidente del Ayuntamiento y Corporación Municipal del pueblo chinato, don Raúl Barrado Módenes,  como anfitrión del acontecimiento, abrió el acto y, en su intervención, destacó la importancia del mismo para Malpartida de Plasencia y para la promoción, fomento y difusión de la cultura mediante la creación literaria, al tiempo que felicitaba al ganador, cuya identidad  descubría enseguida el acta y las consideraciones del jurado recogidas en ella, y que reproducimos. 

ACTA DEL FALLO DEL I PREMIO DE POESÍA “WETONIA” 

CONVOCADO POR EL AYUNTAMIENTO DE MALPARTIDA DE PLASENCIA (CÁCERES)”.

Con objeto de proceder al fallo del I PREMIO DE POESÍA “WETONIA” convocado por el Ayuntamiento de Malpartida de Plasencia (Cáceres)” en Resolución Presidencial de fecha de 27 de junio de 2022, el viernes, día 21de octubre, se reunió el jurado nombrado al efecto para proceder a la deliberación y fallo correspondiente.

El jurado ha estado compuesto por:

D. Basilio Sánchez González (Presidente)

Dña. Emilia Oliva García ( Secretaria)

Dña. Ana María Reviriego Rosado

D. José Luis Bernal Salgado y

D. Florentino Rodríguez Oliva, representante del Ayuntamiento, en su condición de Cronista Oficial de la Villa

 A esta primera convocatoria del PREMIO DE POESÍA “WETONIA” se han presentado un total de 80 libros de poesía precedentes de diferentes puntos de España e incluso de Hispanoamérica. Tras un largo proceso de lectura de la totalidad de los libros presentados a concurso, los miembros del jurado coincidimos en reconocer y valorar la calidad de los textos recibidos, y seleccionamos para la deliberación final 7 de estas obras, cuyos seudónimos son:  El paraíso perdido / Surem Cicala / Cartuja / Nikos Kazantzakis / Belle de jour / Zhu / y  Ángel Leal.

Una vez realizadas las deliberaciones oportunas, el Jurado, por la coherencia del libro, la creatividad y la originalidad de la propuesta, así como por su calidad formal, decide por mayoría otorgar el I PREMIO DE POESÍA “WETONIA” 2022 al libro titulado Alondras, presentado con el seudónimo Belle de jour, cuyo autor, tras la apertura de la plica correspondiente, resultó ser D. Antonio San Miguel Roldán.

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Antonio San Miguel nació en Madrid en 1976, si bien en 1989 se trasladó a Talavera de la Reina, ciudad en la que vive actualmente. Es graduado en Trabajo Social por la Universidad de Castilla-La Mancha y desempeña sus funciones en un Centro Ocupacional para personas con discapacidad intelectual. También ha realizado estudios de Filosofía en la UNED y es docente de interpretación actoral, dramaturgia y director de teatro.

Inició su actividad literaria en la década de los 90, y ha publicado hasta la fecha alrededor de una decena de libros de poesía que han merecido importantes reconocimientos literarios. El primero de ellos, La canción del agua, fue publicado en 2008 y resultó Finalista del Premio Adonáis de poesía, a este le han seguido, de manera ininterrumpida, los siguientes libros:

La muerte de Rómulo, Premio Nacional Joaquín Benito de Lucas (2012)

Minúsculos desastres, Accésit del Certamen Internacional de Poesía Creadores para la Libertad y la Paz (2015)

Raíles, Premio Internacional de Poesía Joaquín Lobato (2016)

26 formas parecidas de coger un tren hacia Lisboa, Premio Ateneo de Alicante (2018)

Llegar a Portugal en un ferrocarril que ya no existe, Premio José Hierro (2018)

A riesgo de ser niño, Premio Internacional de Poesía Juan Alcaide (2019)

Crematorio del Mar, Premio Internacional de Poesía Balanceo (2019)

Donde el mar nos duele, Premio Villa de Iniesta (2020)

Cartografía en la piel de los vencidos, Premio Internacional de Poesía Avant Ciudad de Ceuta (2020)

La mano fugitiva, Premio Certamen Internacional de Poesía Jara Carrillo (2021)

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ALONDRAS

A juicio de los miembros del jurado, Alondras, el libro ganador (que lleva como subtítulo Consagración de la altura) es un espléndido y original libro de poesía, concebido de manera unitaria y que muestra en lo formal un dominio evidente del ritmo y de los tiempos poéticos. 

Un libro que, a través de un conjunto equilibrado de poemas, es capaz de desarrollar alrededor de un único elemento simbólico, la alondra común –uno de los pájaros que sobrevuelan los cielos de nuestros campos y de  nuestras ciudades–, una poesía hondamente evocativa y celebratoria.

A juicio del jurado, hay en este libro una especie de realismo trascendido, la descripción pormenorizada, con imágenes muy hermosas y de gran nitidez, de los diversos elementos que constituyen las costumbres y hábitat de estas aves (el vuelo, su canto, sus formas de anidamiento, su manera de posarse en las ramas, etc.), pero trascendiéndolos y sublimándolos.

También nos ha llamado la atención la capacidad del poeta para desplegar con estos mínimos recursos temáticos un universo completo, lleno de resonancias, que consigue transmitir a los lectores, más allá de los aspectos puramente descriptivos, una visión esperanzada y hondamente humanista de la existencia entroncada con la naturaleza y la vida sencilla. 

Una poesía de raigambre clásica que consigue sortear con éxito el escollo de lo tradicionalmente poético –un riesgo aún mayor cuando se trata de un pájaro como la alondra, proverbialmente asociado a la poesía romántica y simbolista– porque en estos poemas, y este es uno de los grandes méritos del libro, su vuelo simbólico no pierde en ningún momento, como el hilo de la cometa que un niño lleva atada a su mano, el contacto con la tierra y la vida cotidiana.





 

 



viernes, 21 de octubre de 2022

EL POZUELO

 Las Jornadas del Emigrante, que organizaba el Colectivo Cultural Chinato, incluyeron en sus actividades, hace ya varios años, la “ruta de los pozos”, esto es, un recorrido pedestre por callejas y parajes cercanos al pueblo donde se encuentran fuentes y pozos muy antiguos. En general, estos medios de aprovisionamiento de agua estaban ubicados en encrucijadas de caminos, ejidos y pasiles; todos ellos, espacios abiertos, comunes, de titularidad municipal y uso público. Tenían que ver con abrevaderos de ganados, lavados de la ropa familiar y, algunos, con la provisión de agua potable para consumo humano. Depósitos de agua, pues, muy necesarios, en tiempos en que la red de agua corriente general estaba aún muy lejana. Además, en los patios o corrales de numerosas viviendas, había también pozos o aljibes. Las fuentes y los pozos estaban excavados en manantiales o corrientes acuíferos de las capas freáticas.  Los pozos grandes de cercanas lejanías, o los más recogidos de los corrales de las casas, nos hablan también de profundas soledades ahogadas en la quietud de esas aguas. Otrora, en nuestro pueblo había cierta preferencia de los suicidas por los pozos, en cuyos brocales dejaban alguna pertenencia identificadora: la petaca y otros útiles de fumar, el sombrero, un pañuelo de la cabeza, un cántaro de barro y la rodilla… Y como en la tradición de otros lugares, también la memoria oral ha tejido historias, leyendas y anécdotas en torno a las fuentes; y la literatura lírica, sobre todo, encuentra un escenario aparente en asuntos de amores junto a las aguas claras de cristalinas fontanas.

Muchas de las personas participantes en el recorrido de los pozos y fuentes en aquel mes de agosto de 2011 desconocían los lugares que estaban visitando, y desde la organización se les proporcionaba, in situ, sucinta información al respecto. Desaparecidos los pozos de la Plaza Mayor, del Concejo, el Pozón del Ejido Grande,; ocultas la Fuente y la Charca…, perviven aún el pozo del Teniente, el del camino de la Luz, el de los Guijos, el pozo de Teodora, las Higuerillas, la Fuente Santa, el Pozuelo. En los últimos tiempos, han sido reparados y protegidos con cierres de rejillas de hierro. Forman parte, pues,  de un patrimonio tradicional importante, que debe ser preservado por el municipio.

Ligeros retoques no han alterado el aspecto ni la fábrica del Pozuelo, el más grande de ellos, tal como quedó en la reconstrucción de 1892. Se trata de una obra llamativa por las dimensiones, la robustez de los materiales empleados en bóvedas y brocales, por sus dos bocas simétricas de gran tamaño: enormes planchas de granito en los brocales y grandes dovelas de la misma piedra en las bóvedas, combinadas con ladrillo y piedras de pizarra en las paredes de contención. Tal es la estructura, rayana en la monumentalidad, de este pozo singular.

Situado en parajes cercanos al arroyo Molinillo, por la zona del arroyo de la Cañaílla, tal como lo encontramos en la actualidad, el Pozuelo (también, la Pozuela en algunas denominaciones) es una obra más que centenaria (130 años), según atestigua el año grabado en dos de las paredes de sus brocales:1892, en una de las cuales aparece además la filiación del cantero: F. Osorio. Antes de esa fecha, y sin que podamos determinar cuándo fue construido en su origen, existía un pozo en el mismo lugar y con idéntico nombre, cuya bóveda y paredes se habían hundido a principios de 1891, siendo alcalde Donato Pereira. Entonces se levantó alrededor una pared de piedra seca como cierre con el fin de evitar peligros a personas y animales, trabajos que realizó Laureano Garzón, por un coste de 30 pesetas, correspondientes a diez peonadas de albañil y cuatro de peón. También se ensanchó el hueco y se dio más profundidad al pozo. Pero sería al verano siguiente, debido a la escasez de agua y a los fuertes calores, cuando urgiera restaurar el Pozuelo, o lo que es lo mismo, reconstruirlo casi de nuevo cuño. 


Elaborado el presupuesto y el pliego de condiciones por la Comisión de Obras del ayuntamiento, el maestro albañil Dionisio Vivas remató la subasta en 1800 pesetas. La reconstrucción afectaba a brocales, paredes y bóvedas. El alcalde nombró vigilante de los trabajos a Francisco Pereira, y en el transcurso de los mismos se produjeron derrumbes de tierra y escombros. Sacarlos, rozar las paredes, reforzarlas y ensanchar la cavidad 1,5 metros por la parte del saliente, supuso un aumento de obra, que le sería reconocido y abonado al rematante Dionisio Vivas. Este percibiría al finalizar la reconstrucción en septiembre de 1892, por un lado, 1800 pesetas como importe de la subasta licitación y, por otro, 699 pesetas por los trabajos añadidos de desescombro y ensanche. Así, pues, rehabilitar el Pozuelo le supuso al erario municipal un gasto de 2.500 pesetas.

Aquella obra, salvo ligeros arreglos en alguna de las pilas de las esquinas de los amplios brocales, ha llegado hasta hoy, y nada indica que pueda venirse abajo.  En cambio, sí han desaparecido la funcionalidad como abrevadero para el ganado y el trajín de las mujeres que iban a lavar la ropa o a acarrear agua para el hogar con los botijos de barro en las típicas aguaderas en los burros, o bien con un cántaro al cuadril y otro a la cabeza con la rodilla. La pervivencia del Pozuelo testimonia, una vez más, el buen hacer de los alarifes chinatos, cuya fama se ha extendido por muchos territorios de nuestro país.  

                                                                                                                          Publicado también en Aires Chinatos, N.º 54, 3ª Etapa (julio-septiembre, 2022)


viernes, 17 de junio de 2022

LA CASA DE TÍA FELICIANA ( 2)


    La casa de tía Feliciana (y 2)*                                                                    

Escribía en un número anterior de Aires Chinatos acerca de la llamativa vivienda que, hasta comienzos de los años sesenta del siglo pasado, ocupaba el centro del entonces llano de san Gregorio. Habitada en la década de los años cincuenta por Feliciana Llorente Fernández y su hija Cecilia, era conocida como la “casa de tía Feliciana”, la cual tanto por la situación, privilegiada, como por el aspecto constructivo sobresalía entre las demás del Ejido (Lejío) Chico. Hasta 1953, cuando fue inaugurada la airosa y bella ermita actual, a dicha vivienda solo le hacía sombra el enorme crucero de San Gregorio, situado entonces en el flanco sur del teso (el “tedo”, en dialecto chinato), delante de la pequeña morada del santo. La antigua ermita más bien parecía una caseta de cercado, la cual, sin la orientación propia de los templos cristianos, se hallaba semiabandonada y había devenido en un anexo del aledaño hospital-asilo de mendigos y vagabundos, junto al taller de tío Antonio el Carretero.

Sin duda alguna, la casa de tía Feliciana era un edificio señero en aquel entorno donde el pueblo quedaba flanqueado al sureste por la prolongación de la salida hacia Navalmoral y hacia la Vera. Por lo demás, madre e hija tenían abierta pensión, donde solían albergar a viajantes, orives, representantes de comercio, vendedores ambulantes y, en las ferias, chalanes y otros forasteros de diversa laya y procedencia. El plano de la localidad (en detalle, fig. 1), debido a la esmerada pluma de don Guillermo Gómez de la Rúa y publicado en El Gladiador (28/02/1930), evidencia cuán llamativa es una construcción particular en un espacio público, al lado de una vía principal y del que arrancan varias calles importantes. Aparece señalado con la letra G, que en la leyenda corresponde a la Plaza de Primo de Rivera.

Precisamente, fue durante la dictadura de este general golpista cuando se le dio su nombre “a la plaza nueva en el sitio del Alto de San Gregorio”, por acuerdo unánime de la Corporación el día 5 de junio de 1927 a propuesta del concejal Eleuterio Tomé Barrado. Este edil era el propietario de la casa que nos ocupa, la cual debió de ser construida en 1925 o 1926 según se deduce de dos actuaciones suyas relacionadas con la vivienda (siendo ya concejal, solicitó una parcela de terreno en la calle de San Gregorio para construir una casa, solar que le fue concedido por unanimidad en el pleno del 12 de febrero de 1925; y a finales de diciembre de 1928, formuló petición para añadir una terraza en la casa de su propiedad en la Plaza de Primo de Rivera, añadido que, según escribía en la instancia, “suscriben y ven bien otros vecinos”).

La fotografía aérea de 1963 (fig.2) muestra aún (en detalle) la casa de tía Feliciana ruinosa y sin techumbre, pronta a ser demolida. En la imagen destacan la nueva ermita de San Gregorio con la orientación tradicional y la airosa cruz, ubicada en distinto emplazamiento al originario.


   

Al iniciarse el expediente de demolición por estado ruinoso de la vivienda en el verano de 1960, Feliciana Llorente era moradora usufructuaria, y los hermanos Félix y Nazario Tomé Martín, hijos y herederos de Eleuterio Tomé Barrado, figuraban como propietarios. Una y otros admitían la situación dictaminada en el mes de marzo por el maestro alarife capataz de obras del Ayuntamiento y certificada en junio por el aparejador municipal, al tiempo que no oponían objeciones a la destrucción de la casa.

Con la declaración del estado de ruina a mediados de agosto, el Ayuntamiento determina la demolición total, señalando que los gastos irán a cargo del valor del edificio. De los trámites legales, incluidos los económicos, se ocuparía el letrado Francisco García Carrasco, asesor jurídico de la institución, quien debería conciliar a las partes interesadas acerca del valor de la casa, así como de las cantidades para los propietarios y la moradora usufructuaria vitalicia. Esta última no solo había solicitado se la tuviera en cuenta a la hora de la expropiación, sino que también más adelante pretendería, sin éxito, volver a habitar la casa ya abandonada. Un año después (verano de 1962), la Corporación consideraba insuficientes las 50 pesetas mensuales de indemnización asignadas a Feliciana Llorente por haber abandonado la vivienda; como compensación, se acordó abonarle la cantidad de 2.500 pesetas hasta 31 de agosto, descontando el importe percibido hasta ese momento; y a partir del 1 de septiembre, recibiría 100 pesetas al mes hasta la ultimación del trámite de entendimiento en la compra del edificio o en el de expropiación forzosa

El expediente de expropiación forzosa del inmueble concluyó en el pleno de la Corporación del día 16 de agosto de 1963. El alcalde informa a los asistentes de que los herederos de Eleuterio Tomé Barrado muestran su conformidad con el precio de 88.395 pesetas notificado por el Ayuntamiento, al tiempo que aceptan se descuente la cantidad de 4.350 pesetas (por la retirada de escombros); en consecuencia, les corresponden 84.045 pesetas. No obstante, el pago habrá de demorarse, pues aún no ha mejorado la difícil situación económica de las arcas municipales. No sería hasta finales de marzo de 1964 cuando el alcalde quedaba autorizado para formalizar la escritura pública de compraventa con los hijos herederos y la esposa usufructuaria de Eleuterio Tomé, quienes recibirían sin más demoras las 84.045 pesetas ya referenciadas. Culminaba así la liberación de un espacio público, extrañamente enajenado para una construcción privada de los años veinte del siglo pasado, el cual se integraba en la urbanización y ensanche de la Plaza de San Gregorio a mediados de los años sesenta de la centuria.

(*)Nota. – Subsano un yerro cometido en el escrito anterior: el titular de la fábrica de gaseosas era Fermín Almendral (tío Fermín, el Municipal) y con él trabajaba Cesáreo Sánchez (tío Cesáreo, el de las Gaseosas), que después regentaría el negocio  en el Pozo Alto.

miércoles, 11 de mayo de 2022

CRÓNICA ANUAL (2021) DE LA VILLA DE MALPARTIDA DE PLASENCIA

Ya andan en letra impresa los anales del pueblo de los chinatos. Para quienes no accedan a ellos en la edición en papel, copiamos el enlace de descarga, y así pueden leer lo que sea de su interés.


CRÓNICA DE MALPARTIDA DE PLASENCIA AÑO 2021



ENLACE DE DESCARGA

lunes, 9 de mayo de 2022

EL POTRO DE HERRAR LOS BUEYES. Historia: Obras menores.

 El documento que se reproduce en las dos primeras fotografías ha sido cedido para la copia por su propietario, FILOMENO GARCÍA MORENO. La dueña del potro de herrar bueyes, objeto de esta entrada, es una ascendiente familiar suya por línea paterna. Quede aquí constancia de la gratitud del cronista a FGM por su amable y desinteresada cortesía.


      (1)                                                                                                                                 (2)

El potro de herrar los bueyes que decora, junto a otras figuras del campo (el carro, la trilla), la gran rotonda en que confluyen varias carreteras y que es encuentro secular de cañadas ganaderas en el paraje aledaño a la ermita de la Virgen de la Luz, estaba a principios del siglo pasado en el Ejido Chico. Se instalaría originariamente en espacios abiertos de los pagos próximos al teso (tedo) de la ermita de san Gregorio, en la costana de bajada hacia el Ejido Grande. (En los años cincuenta y sesenta, tenía plena actividad ahí mismo, en un amplio corralón,  el más moderno y reciente banco de herrar de José Fernández, Pepe Peloto, donde se rebajaban los cascos y herraban  caballerías preferentemente).

                                      

(3)

Cuando las casas fueron extendiéndose por esa zona, la propietaria por entonces del potro de herrar los bueyes, Catalina García Fernández, solicitó al Ayuntamiento cambiarlo de sitio, por entender que al encontrarse cerca de las viviendas podría haber peligro para las personas. Así, en sesión de pleno del Concejo del día 21 de abril de 1912, siendo alcalde Telesforo Díaz Maroto, se acordó su traslado a las Higuerillas. En aquel paraje, al lado del matadero, lo hemos conocido; estaba emplazado en la parte noroeste, como se aprecia en la fotografía (3).


(4)

Las imponentes columnas de cantería del potro en el emplazamiento citado de las Higuerillas (foto 4) fueron trasladadas a la rotonda en que se halla recompuesto en la actualidad (confluencia EX-108 con CC-18.2 y CC-36), en el verano de 2014. Durante el mandato del alcalde Marcelo Barrado Fernández, en el cruce de caminos, fue inaugurada la rotonda con  las esculturas que la adornan (el potro de errar, el carro, la trilla), el día 7 de agosto, es decir, un siglo después de que Díaz Maroto ubicara el potro en las Higuerillas. El conjunto escultórico actual es un homenaje a los agricultores y gentes del campo. 


(5)

El potro de herrar los bueyes, como se aprecia en la imagen, ocupa el centro de la gran glorieta o rotonda, que, desde el verano de 2014, se halla a un km de Malpartida de Plasencia, entre el hotel Puerta de Monfragüe y la ermita de la Virgen de la Luz.

 ***
    Fotografías. - (1, 2, 4 y 5) : Cronista (FRO). - (3)Archivo Municipal y Fondo Colectivo Cultural Chinato/Ventanas del tiempo (2012).

          NOTA
En el siguiente enlace, entre otros, hallamos una buena descripción del potro de herrar bueyes, y que servirá de rico complemento informativo a nuestra entrada: 
    https://www.lagacetadesalamanca.es/hemeroteca/potro-herraje-vestigio-pasado-ATGS168109