Las ferias de Malpartida, breves notas históricas*
Hace pocas semanas, las tradicionales ferias del verano de este pueblo contaron con gran asistencia de público, local y forastero, a la mayoría de las actividades y actuaciones programadas. En general, de un tiempo acá, el centro neurálgico de la diversión es la zona aledaña al parque, es decir, la explanada multiusos y el entorno integrado en el Ejido Grande. Así, salvo exposiciones y concursos en la Casa de la Cultura Maestra Josefa Canales, ningún otro elemento ferial podrá encontrarse desde el inicio de las “casas protegidas” hacia el interior del pueblo. Además, a nuevos tiempos, nuevas costumbres: ahora, en el Ejido (Grande), durante las ferias, no encontramos ni una sola cabeza animal de vacuno, caballar, ovino, caprino o porcino, protagonistas otrora de un ferial animado, además, por chalanes, ganaderos, gitanos y otras gentes de diversa laya y condición.
La feria de junio
Las ferias ganaderas
(porque hubo más de una) comenzaron en Malpartida de Plasencia en el último
tercio del siglo XIX. La primera, la de junio (actualmente, en julio), siempre
fue la más importante, y tiene ya casi un siglo y medio de existencia. Surgió
del pleno extraordinario de la Corporación del día 27 de abril de 1882, siendo
alcalde Donato Pereira. En aquella sesión confluían los ediles, la Junta
Municipal y un grupo de vecinos bajo la denominación de Asociados. El punto de
partida fue la consideración de que en el mes de junio se llevaban a cabo
numerosas transacciones de ganado en la localidad con motivo de la feria de San
Pedro de Coria. Ello era debido a que el enclave de nuestro municipio, cruce de
cordeles y cañadas ganaderas, constituía paso obligado de ida y vuelta de gran
parte de los ganados de la feria cauriense. De ahí que las gentes de Malpartida
aprovechaban esa circunstancia para llevar a cabo compraventas de
animales. Los reunidos comentaron
también que en el pueblo siempre se había tendido a establecer una feria, pues
el vecindario y su corporación la consideraban muy útil y trascendental.
Con tales supuestos, se adoptaron varias disposiciones para sentar las bases de una feria de ganados de gran pujanza durante casi un siglo. Los días 15, 16 y 17 de junio, “habría feria todos los años en el Ejido de este pueblo para toda clase de ganados con la debida separación de ellos”. Para los animales, se garantizaba agua abundante y gratis del Pozón y otros abrevaderos; y a los vendedores no se les cobraría nada por derecho de parada y puesto de venta. Por lo que respecta a los industriales y comerciantes, podrían colocar sus tenderetes con géneros y productos en los extremos superior (oeste) e inferior (este) del Ejido. El municipio adoptaría las medidas necesarias para garantizar el orden y todo lo necesario para bien “de quienes nos favorezcan con su asistencia”.
La feria comenzó ese mismo año 1882, y, a principios de junio, el Ayuntamiento encargó a Telesforo Díaz Maroto contratar en Talavera de la Reina bombas para sacar agua del Pozón destinada al ganado concurrente. Se hallaba este pozo en una construcción abovedada, que conocimos de niños, abierta con dos grandes arcadas, y que servía de descanso para vaqueros y pastores trashumantes y también de albergue para mendigos y vagabundos.
Feria de septiembre
Si la estela de san Pedro guía al mundo
agropecuario en pleno verano, la de san Miguel toma el testigo de este santo en
el mes de septiembre. Con la cosecha de cereales en las trojes, se recogen los
membrillos y se da salida a excedentes de ganados. Era necesario algún
encuentro más entre vendedores, compradores e intermediarios en nuestro
municipio. Procedía, pues, crear otra feria. Siendo alcalde Manuel García Díaz
(don Manolo, maestro), en julio de 1946, la Corporación hizo suya la propuesta
del secretario de la Junta Local de Fomento Pecuario (inspector veterinario) de
establecer una nueva feria de ganados en la localidad, situándola entre los
días 15 y 20 de septiembre, o entre la última decena de septiembre y la primera
de octubre. En el pleno del 8 de febrero de 1946, el Ayuntamiento reitera la
aceptación de la propuesta del inspector veterinario, y el alcalde, cuando
tramite el expediente, señalará los días el 12 y 13 de septiembre a tal fin. Tras
la preceptiva autorización del Gobernador Civil de la provincia, en 1946 se
celebró la primera feria de ganados de septiembre en Malpartida de Plasencia. El
segundo día hubo pleno de la Corporación, que, en asuntos pendientes, declaraba
como fiesta oficial del pueblo los días 12 y 13 para la recién creada feria
comarcal de ganados, pero, además, se marcaba también como festivo el día 11, la
víspera. Si hubiera que destacar algún contenido de los festejos programados,
este sería la relevancia asignada al imprescindible acontecimiento taurino,
esto es, la novillada. En ocasiones, como ocurrió en septiembre de 1947, se
suprimieron los fuegos artificiales, pero no la novillada, que siempre fue lo
más importante “porque daba más concurrencia” a las ferias, tanto a las de
junio como a las de septiembre.
Feria de marzo: las primeras ferias
Como no hay dos sin tres, a las ferias del verano y del otoño chinatos se unieron las de primavera en el mes de marzo. Así, el 25 de enero de 1952, el entonces alcalde, Francisco Rodríguez Barrado, propuso a la Corporación el fomento de otra feria por necesidades agropecuarias. En consecuencia, se acordó solicitar al gobernador civil la creación de una feria de ganados de todas clases para los días 24 y 25 de marzo. La máxima autoridad provincial, en escrito leído en el pleno de 25 de febrero, autorizaba la nueva feria anual, que se inauguró ese mismo año, y el Concejo acordaba fomentarla. De hecho, el encuentro ganadero contó, igual que el de septiembre, con un concurso de ganado para premiar los mejores ejemplares en estas modalidades: pareja de bueyes (400 pesetas), novillo (200 ptas.), caballo entero (300 ptas.), carnero (100 ptas.) y macho cabrío (100 ptas.).
Lo que nos queda
En la actualidad, pervive
la feria del verano, que, desde 2002, se trasladó al primer fin de semana del
mes de julio. Así, se alejaba en el tiempo (cerca de un mes) de la feria de
Plasencia. Como ya se ha apuntado, no quedan vestigios de la tradicional feria
de ganados. La feria de septiembre se celebró por última vez en el año 1974, y,
según los indicios documentales consultados, la feria de marzo quizás no llegara
a los años sesenta. (Tenemos constancia del acostumbrado programa institucional
hasta 1958). Apuntada ha quedado la orientación lúdica, cultural y deportiva de
las ferias y fiestas actuales, cuyos contenidos se complementan a lo largo del
año con los programas “Otoño Cultural” y “Verano Cultural y Deportivo” organizados
por el Ayuntamiento. Recientemente, se han celebrado varias ediciones de la
FIGAEX (Feria Internacional Gastrocinegética Extremeña) en el mes de septiembre,
que este año de 2024 se presenta como I Feria de la Berrea de Extremadura para
los días 20,21 y 22 de dicho mes.
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